La industrialización de Medellín en el siglo XIX: construcción de un paradigma productivo en una zona poco industrializable[1]
Medellin industrialization in the nineteenth century: building a productive paradigm in an area non-industrialisable

Julián Mauricio Vélez Tamayo.

Magister en Desarrollo. Economista. Docente – investigador, vinculado al Grupo Ginveco de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín. Universidad Autónoma Latinoamericana.
[1]   Artículo resultado como producto del proyecto de investigación: “Terciarización en la ciudad de Medellín” realizado por el Grupo Ginveco y financiado por la Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín.

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RESUMEN

El proceso de industrialización de Colombia ha sido motivo de fuerte debate por parte de los académicos que estudian la historia económica de Colombia y, usualmente, ubican este proceso en el siglo XX, después del despegue cafetero y las misiones internacionales. Sin embargo, se quiere mostrar el proceso de industrialización de Medellín durante la segunda mitad del siglo XIX, a partir de elementos como: las condiciones inadecuadas para el desarrollo de la agricultura, que a pesar de eso, permitió la migración productiva de la extracción a lo agropecuario, aunado a las características culturales de los antioqueños y en particular, al surgimiento de actividades “libres” y la asimilación del sentimiento religioso de los calvinistas en el ethos paisa. Para ello, se pretende demostrar el crecimiento de los factores productivos, representados en la población y el surgimiento de las primeras industrias en el territorio de Antioquia, que la harían, en el siglo XX, centro industrial del país.

Palabras clave: economía antioqueña, economía colombiana, industrialización.

ABSTRACT

The industrialization process in Colombia has been the topic of debate by academics in the economic history of Colombia and this process usually located in the twentieth century, after the coffee takeoff and international economic planning missions. However, we want to show the process of industrialization of Medellin during the second half of the nineteenth century, from elements such as: the inadequate conditions for the development of agriculture, which nevertheless allowed the productive migration extraction to the agriculture, coupled with the cultural characteristics of Antioquia and in particular the emergence of "free" activities and assimilation of religious sentiment of the Calvinists in the paisa "ethos". For that, it is to demonstrate growth of productive factors, represented in the population and the emergence of the first industries in the territory of Antioquia, which would, in the twentieth century industrial center.

Key words: Colombian economy, development, industrialization.

Introducción

Medellín se transformó en ciudad capital de Antioquia cuando se estableció un cambio de paradigma productivo: el cambio de explotación minera a la producción agrícola y pecuaria; esto permitió el surgimiento de una industria incipiente en una ciudad que no tenía las características esperadas para que se presentara un proceso de industrialización.
Históricamente la ciudad pasó de ser la central de acopio mercantil en el periodo que corresponde al fin de la explotación minera de Antioquia y el paso a la producción de carácter agrícola y pecuario en el siglo XIX, a ser una central industrial a mediados del siglo XX.
Esta primera etapa en la cual la Villa de la Candelaria de Medellín se convirtió en ciudad y eventualmente, en capital de Antioquia, obedeció al desarrollo de actividades que la transforman en epicentro comercial dentro de la lógica de la explotación aurífera, dada su cercanía a las grandes minas del occidente y norte de Antioquia, al igual que por la facilidad de ser centro de acopio de bienes primarios producidos por poblaciones cercanas, cuya destinación ha sido la agricultura. Esta misma actividad comercial permitiría más tarde el surgimiento de la actividad industrial que la caracterizó por mucho tiempo.

Proceso de cambio productivo de Medellín y Antioquia

Las características propias de la geografía antioqueña, hacen que la centralidad de Medellín y su área metropolitana, se ubiquen en medio de una serie de cadenas montañosas que la hacen limitar naturalmente por lo que se ha llamado - Herradura Verde -.
Estas particularidades, adicionando la tradición de la ciudad de Medellín como la capital política del departamento de Antioquia, rol asumido desde la primera mitad del siglo XIX, así como el sucesivo desarrollo del sector manufacturero originado por el proceso de “colonización antioqueña” que permitió un desarrollo del sector agrícola, principalmente del café que dio paso al surgimiento de industrias de tipo textil en la ciudad, la harían parecer como un escenario donde el proceso de industrialización no germinaría adecuadamente.

Medellín, capital provincial 1826 Esta primera etapa en la cual la Villa de la Candelaria de Medellín se convirtió en ciudad en 1814 y eventualmente en capital de Antioquia 1826, obedeciendo a las oportunidades no solo geográficas, sino también a la vocación que toma para la época como epicentro comercial en la lógica de la explotación aurífera, dada su cercanía a las grandes minas del occidente y norte de Antioquia, así como por la facilidad de ser centro de acopio de bienes primarios producidos por poblaciones cercanas, cuya destinación ha sido la agricultura, (ver mapa 1).
Medellín, asume su condición de capital provincial durante el gobierno del Prefecto Coronel Gregorio María Urreta en 1826 (Duque, 2011), que el Congreso de la Gran Colombia fija la ciudad de Medellín como capital y residencia del gobernador (Prefecto) de la provincia. En efecto, a pesar de que la provincia fue dividida en tres (3) en la década posterior, Medellín siguió siendo capital de la provincia del mismo nombre, hasta el restablecimiento de la Confederación en el Estado Soberano a mediados del siglo XIX.
La ciudad de Medellín ha tenido una historia íntimamente ligada al proceso de producción de Antioquia. Se conformó como ciudad justo cuando la Provincia ingresó en la lógica de la producción agrícola dejando de lado el proceso de explotación minera que caracterizó la actividad económica durante toda la época colonial. En este sentido, la ciudad de Antioquia se configuró como capital sólo en la época de la explotación aurífera. Cuando ésta decayó a finales del siglo XVIII, lo hizo igualmente la ciudad madre y al mismo tiempo, aumentó el predominio económico y político de Medellín, cuando la actividad económica se volcó a actividades de tipo agrícola y pecuario.
No es sino hasta la segunda década del siglo XIX, cuando Medellín se configura como Capital de la Provincia y del Obispado, a la vez que la actividad agropecuaria toma especial forma en el oriente de Antioquia; todo esto provocado por la emigración de la actividad económica del sector primario de explotación minera a producción agropecuaria.
Al respecto Uribe Ángel (1886) establece:
“Si contamos desde la fecha en que las tres (3) secciones que formaron la antigua Colombia, se separaron para asumir el carácter de nacionalidades distintas, veremos que Medellín entró de lleno en el camino de su prosperidad y progreso. Elevada a la categoría de capital de Provincia, concentrando en sí una fuerza comercial, y ganando en importancia bajo el punto social, político y religioso... (p 125)”.
Como es sabido, la Gran Colombia, que Uribe Ángel llama: Antigua Colombia, se disolvió en el periodo de 1831-1832. Es justo en esta etapa, donde se puede evidenciar el crecimiento acelerado de la ciudad

Provincia de Antioquia en 1830

Mapa 1. Provincia de Antioquia en 1830. Fuente, IGAC (2005).

En el mapa 1 pueden observarse, claramente las posiciones productivas de Antioquia durante el siglo XIX, la zona minera del nordeste con los poblados de Cáceres, Zaragoza y Segovia con cercanía a la ciudad de Antioquia, lo anterior permitió el desarrollo de esta como capital, justo en el tiempo en el que la producción de oro fue considerable. Más tarde, con los primeros movimientos colonizadores hacia el oriente (antiguo territorio dependiente de la Provincia de Mariquita), donde se incentivó una producción agrícola, a pesar de la no existencia de condiciones adecuadas para la agricultura que permitieron el surgimiento de Medellín, más que de Rionegro, para ser epicentro de las operaciones económicas más importantes.
Para López Toro (1968), el aspecto determinante de la migración de los habitantes de Antioquia a Medellín y la eventual importancia adquirida por esta segunda, se debe a la fertilidad diferencial entre la frontera y las haciendas de Medellín y Santa Fe. De hecho, la población de los cantones de Rionegro y Marinilla se debe a una reacción a la situación desfavorable impuesta por las rentas diferenciales: ya, para fines del siglo XVIII Marinilla y Rionegro asumían un protagonismo, dada la fertilidad de sus tierras, en contraste con las de Antioquia.
Es precisamente de esta zona (el oriente), donde se incentivó la colonización hacia el suroccidente del país en época del Estado Soberano de Antioquia, tomando territorios pertenecientes al Estado del Cauca.
De igual forma, la ciudad de Medellín debe su crecimiento demográfico durante el siglo XX, a la emigración de mano de obra principalmente proveniente del sector agrícola y pecuario. Esta población es rápidamente absorbida como mano de obra para las industrias textiles de la ciudad y del Área Metropolitana.

Transformaciones de la ciudad: del sector primario al secundario

A pesar de no contar con las condiciones de la revolución industrial europea o norteamericana, Medellín supo ingresar a la industrialización de una forma particular, según Kalmanovitz (2010), el proceso de demanda interna mediante el aumento de los consumos, generó un interés por importaciones inglesas y otras formas capitalistas en Medellín, Bogotá y Barranquilla:
“… lo cual quiere decir que la protección que demandaban no había dado lugar a un proceso natural de industrialización en el que el pequeño artesano se tornaría paulatinamente en empresario que adquiriría maquinaria y contrataría mano de obra asalariada. Lo que evidencia el hecho que la industria surge en regiones sin tradición artesanal (P 94).
Según esto, a pesar de que Medellín al iniciar su proceso de “secundarización” no aparecía como epicentro de despegue industrial comparativamente con otras ciudades de la época,  fue la que mejor tuvo aceptación y transformación en su vocación económica,  en gran parte por el proceso colonizador del sur occidente colombiano y la eventual expansión de la economía cafetera mediante la modalidad de pequeños propietarios y minifundios, que bajo las condiciones de organización política federalista, permitieron un despegue que fue retardado por la Regeneración hasta ya entrado el siglo XX.
En efecto, hacia la segunda mitad del siglo XIX, Antioquia se configura como centro de expansión poblacional hacia el sur occidente colombiano, proceso que se conoce como de “Colonización Antioqueña” que permitió además, que la agricultura se transformara hacia un producto particular: el café, que de una u otra forma permitiría el cambio de vocación económica de Medellín y Antioquia de agrícola a industrial, pues sería el café, unido a un sistema financiero incipiente, lo que provocaría la financiación de maquinaria y el establecimiento de empresas industriales en el sector textil. Kalmanovitz (2010), expresa esta situación de la siguiente manera:
“… el significado económico del café fue enorme: generó el más grande excedente económico hasta entonces conocido en la historia del país, el cual se expresó en divisas que sirvieran para financiar el capital fijo de la industria que venía surgiendo en Barranquilla, Bogotá y, sobre todo, en Medellín. Se constituirá la base de un mercado interno…que sirvió de acicate a la industrialización, que a su vez, multiplicaba el mercado con sus inversiones (pp 122, 123)”.
Este proceso de transformación de la actividad agropecuaria a la industrial, experimentado en Medellín desde mediados del siglo XIX, continúa hasta las primeras dos (2) décadas del siglo XX. Este proceso de “secundarización” de la economía fue largo y complejo, limitado por variaciones institucionales ocasionadas por la vigencia de hasta tres (3) constituciones políticas (1855, 1863 y 1886), además de las subsecuentes reformas que tuvo la centenaria constitución de 1886 en 1910 y en 1936; que extendieron y he hicieron  aún más complejo este proceso.
De forma similar, el proceso de transformación de la actividad económica del sector industrial al sector servicios, se constituye en un proceso largo y complejo; los cambios estructurales en lo político y económico que sufrió Colombia desde la década de 1980, posibilitaron el proceso de industrialización de quienes, en el pasado tomaron la faceta agropecuaria.

Algunas razones por las cuales pudo darse la industrialización en Antioquia

López Toro (1968), establece que hay varias razones por las cuales el Estado de Antioquia tuvo un proceso de crecimiento superior al del resto del país: el surgimiento de actividades “libres” relacionados con las oportunidades de subsistencia económica que evitan la relación de peonaje.
Estos trabajadores “libres” pudieron establecer una especie de clase “mercantil”, que permite por dos (2) vías el incremento del acervo de capital.
Contrastando con esto, los propietarios de tierras malas, de fuerte pedregosidad y fuerte pendiente, con relaciones de humedad en casi la totalidad del territorio, muy poco atractiva para los terratenientes del altiplano cundiboyacense y del sur del país, hicieron posible la creación de una clase propietaria que también asume la participación de esa “clase mercantil” que financiaría la creación de algunos bancos y con ellos, la financiación de importación de maquinaria para el empuje de la incipiente industria antioqueña.
Esa posesión de tierras, generaría el crecimiento de una generación de nuevos propietarios, con parcelas más pequeñas, heredadas de sus padres, con los problemas de fertilidad características, que incitarían a la formación de una economía intermedia de autoconsumo, que vendría a ser fortalecida con la siembra del café (que sí “pegaba” en estas tierras), y que permitiría la creación de un mercado de excedentes, así como el crecimiento o surgimiento de un capital que quedaría en manos de esa clase mercantil.
La tradición de heredar va a tener un momento fuerte de crisis, cuando la extensión de las parcelas no puede ser más dividido; esto obligaba a los hijos menores de la familia, o inclusive a hijos de otras generaciones, a buscar actividades económicas conocidas como la agricultura en nuevas parcelas, lo que resultaría en el proceso de colonización antioqueña conocido en el suroccidente del país.
Esta migración de los antioqueños, invade territorios ajenos a los del Estado Soberano de Antioquia, y se asientan en territorios del Estado del Cauca, donde ejercen su posición cultural y legal en sus nuevas poblaciones.
Por tanto:
“…El elevado índice de nacimientos propios de la zona combinado con la tierra gratuita, produjeron un desplazamiento continuo de población a lo largo de las moderadas ondulaciones de la cordillera central. Algunos de los primeros nuevos pueblos se formaron al final del periodo colonial; el movimiento migratorio ganó fuerzas en el siglo XIX y principios del XX (McGreevery & de Fayard, 1968. Pp 279-280)”.
En Kalmanovitz (2010), se confirma efectivamente que en las regiones donde se desarrollaron formas de trabajo libre con mejores condiciones de vida para los trabajadores, como parece ser el caso de Antioquia, la población se recobra fácilmente, por lo que se hace más fácil el desempeño económico. En efecto, este desempeño está reflejado en términos de productividad aunque no así en términos de riqueza misma.
Además, parece claro que la destinación productiva de la provincia de Antioquia en sus inicios, fue la producción minera, que, para el caso de Antioquia, se basó fundamentalmente en el trabajo libre de los “mazamorreros” (Kalmanovitz, 2003), lo que permitió la acumulación de un capital de carácter líquido y facilitó, el comercio, no solo con lo mencionado anteriormente, sino también por la disposición y la facilidad de fragmentar en términos de pesos la unidad de medida y pago, como lo es el oro, dado principalmente que se tenía el llamado “oro en polvo”.
Otro hecho interesante que explica el origen de este desarrollo industrial en Antioquia, es el referido por Fajardo (1973) donde menciona el alto nivel industrial del departamento, especialmente en el sector textil que inicia en los últimos decenios del siglo XIX y principios del XX, el auge industrial de Medellín y otras ciudades “paisas”, así como el poder económico concentrado en antioqueños. Para el autor, la religiosidad antioqueña es acendrada: “en ninguna otra región de Colombia el catolicismo es practicado con tal fervor, y hasta el punto tal, que los antioqueños son mirados como fanáticos en materias religiosas por gentes de otras regiones colombianas” (p 46).
“En efecto, las prácticas del culto tienen un marcado sabor hogareño, que contrasta con el carácter festivo, dominguero y público que tienen las prácticas religiosas en otras regiones de Colombia. Esta y otras modalidades,…, le dan al ferviente catolicismo de los antioqueños un entronque secular muy marcado, en lo cual, a la postre, su religiosidad adquiere visos que lo asemejan bastante a la secularidad religiosa de los protestantes o a la “mundanidad” religiosa que Sombart atribuye a los judíos (p 46)”.
Es posible por tanto, aseverar que hay una mezcla de elementos que permiten identificar algunas causas del proceso industrializador antioqueño: las condiciones, si se quieren adversas de carácter productivo de la territorialidad y la geografía de la Provincia, así como la organización cultural y de carácter cultual del mismo. Es decir, para Fajardo es evidente la existencia de rasgos o vestigios del ethos protestante, aspecto resaltado por Weber al explicar el origen capitalista a partir de la ética de corte calvinista. Al antioqueño “lo distingue… su sentido calculador, que lo conduce a planificar sus nexos con personas y cosas en términos de beneficio que pueda derivar de ellos” (p47).
Termina el autor mencionando que las características del antioqueño coinciden con lo atribuido a los protestantes, especialmente a los puritanos, que como se sabe, son de un asentado origen calvinista.
Así mismo, Gabriel Poveda Ramos (1980), reconoce que en los primeros decenios del siglo XX, solamente Antioquia fue perfilando una mentalidad empresarial que se corresponde a la mentalidad de un empresariado schumperiano.

Factores productivos en Antioquia

Para poder hablar de un proceso de industrialización, se tiene que estudiar con detenimiento el comportamiento de las variables que hacen posible, por lo menos desde un punto de vista teórico, el proceso de “secundarización” o industrialización que se vivió en Medellín y Antioquia en la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX.
Desde luego, los factores como el trabajo, representados en la población, así como el capital, deben acaparar por lo menos de una forma no exhaustiva – por lo menos no es intención de este escrito -  la atención para tener un acercamiento a las condiciones económicas que permitieron el proceso industrializador.

La población

Infortunadamente, la información cuantitativa para el siglo XIX disponible es limitada. Sin embargo, tratará de exponerse un comportamiento descriptivo de estas dos (2) variables, que representan los factores económicos.
A pesar que se cuentan con los censos realizados en 1779 y1780, los censos realizados a partir de 1825 dan poca confiabilidad a los datos, principalmente por la escasa eficacia administrativa del Estado y las diferentes guerras civiles en los que se encontró el país en este tiempo.

Población antioqueña

Gráfico 1: Población antioqueña. Fuente: Melo, J (1984).

De acuerdo con el gráfico, se puede apreciar un incremento generalizado de la población antioqueña, en particular un crecimiento más acelerado en la última década del siglo XIX, y con una relativa estabilidad a partir de 1810 hasta la década de los setenta del mismo siglo.
Con respecto al crecimiento del factor capital, se tiene que los principales capitalistas existentes en Colombia y residentes en Bogotá eran antioqueños, quienes obtenían sus recursos de la actividad importadora (Tirado, 1971). Sin embargo, a pesar de que la industrialización no se da fuertemente sino hasta el siglo XX, hubo intentos en Medellín de establecer industria, y por tanto, contar con la disponibilidad de capital suficiente.
A pesar de que para el autor, los ricos antioqueños residentes en la capital, no estaban interesados en la inversión de sus recursos en el sector industrial, y que éste se dio más por los excedentes de los dueños de las haciendas, este es un caso generalizado para todo el país, que no necesariamente tuvo que aplicarse particularmente a Antioquia. Según Uribe Ángel (1885), la principal fuente de recursos para finales del siglo XIX eran las minas y el segundo en importancia el comercio; de hecho, fueron principalmente los mineros y no los hacendados en Antioquia y algunos comerciantes que pudieron ingresar maquinaria al estado, gracias en parte, a la existencia para la década de los noventa del Ferrocarril de Antioquia.
Téngase en cuenta que en Medellín hacia 1798, hubo dos (2) intentos fallidos de constituir manufacturas o algo relacionado a lo que se podría llamar producción industrial, con la fundación de una locería y una tenería (curtiembre). No es sino hasta 1844 que se busca incentivar las ferrerías en la provincia, que hacia 1864 se organizó una sociedad anónima denominada: Ferrería Amagá, que se dedicó a la producción de maquinaria agrícola y minera rudimentaria. (Tirado, 1971).

Conclusión

La ciudad de Medellín está en un sitio geográfico, que aunque permite la producción agropecuaria en algún grado, ésta no podía hacerse en los mismos términos que en otras ciudades colombianas en la época de la colonia y durante los primeros años de la vida republicana. La fuerte acidez del suelo, aunado al hecho de una fuerte pedregosidad, así como sitios de fuerte pendiente, no permite un desarrollo adecuado de la actividad agropecuaria. De hecho, para toda la historia colonial y parte de la época republicana, la mayor parte de Antioquia, destinó su actividad productiva hacia lo extractivo; sin embargo, se evidenció un proceso de acumulación de capital interesante y surgimiento de una clase comercial, que luego permitiría el proceso de industrialización que se iniciaría a finales del siglo XIX, si se quiere, de manera rudimentaria y que se configuraría hacia la primera mitad del siglo XX de una forma mucho más estructural.
Medellín asume como capital y se torna centro y capital política y económica de Antioquia,  cuando el oriente toma el papel de ser “expensa agrícola”, permitiendo el crecimiento del producto que sería comercializado y consumido por la reciente capital, y con la orientación agrícola hacia el café que luego daría pie a la financiación para la creación y generación de industria en el Valle de Aburrá. Al configurarse el oriente, y más específicamente el Valle de San Nicolás hacia el proceso de industrialización por emigración de las otroras industrias medellinenses, podría permitirse una transformación hacia el sector servicios del Valle de Aburrá.
La adopción de una clase mercantil, además de unas profesiones “libres” permitió el acopio de capital, así como una fuerte concepción cultural de corte individualista, que estableció condiciones socio-culturales para la adopción de un proceso industrializador. Asimismo, el aspecto cultural paisa altamente religioso, permite identificar aspectos o características típicamente calvinistas o puritanas, que generan un ethos particular en los habitantes de la provincia y por tanto, apoya el crecimiento de las condiciones mencionadas.
Además, es perfectamente posible la consolidación de un fuerte ejército industrial, que además de estar destinado para la agricultura, y que al obtener la condición de propietarios, alimentan los aspectos anteriormente mencionados y por tanto, permiten el surgimiento de aspectos industriales. Todo esto, es posible gracias a las altas tasas de crecimiento poblacional, que a pesar de las guerras civiles vividas en el siglo XIX, conservan la característica de ser altamente concentradas. La familia paisa, es numerosa a pesar de las adversidades, lo que permite la división del trabajo en el interior de las unidades productivas, además de ser altamente considerado el trabajo como fuente de riqueza que permitiría el surgimiento de las manufacturas, que aunque limitadas hacia finales del XIX, posibilitaría la industrialización de forma más intensa en las primeras décadas del siglo XX.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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    IGAC (2005). Mapa de la Provincia de Antioquia en 1830. En Las fronteras de Antioquia: aspectos físicos, jurídicos, históricos, económicos y socioculturales. Gobernación de Antioquia

    Kalmanovitz, S. (editor). (2010). Nueva Historia económica de Colombia. Bogotá: Taurus (2003). Economía y Nación: una nueva historia de Colombia.  Bogotá: Grupo Editorial Norma.

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