Oferta educativa de las cajas de compensación, hacia un horizonte de responsabilidad social*

EDUCATIONAL OFFER OF FAMILY COMPENSATION CASH, TOWARDS GREATER SOCIAL RESPONSIBILITY

Maritza Cristancho García**
Abel del Río Cortina***
Angie Paola Ardila García****


Resumen

La Dirección Nacional de Escuelas de la Policía Nacional como Institución Universitaria de la Policía Nacional, tiene la misión de formar y capacitar a los miembros de la Institución; para esto, cuenta con aspectos académicos y jurídicos que se fundamentan en las normas de educación superior de Colombia. De esta misma forma existen elementos de carrera y entrenamiento propios de las escuelas de policía diferenciales frente a otras instituciones de educación superior, pero a su vez se le permite conservar la autonomía para reglamentarse, nombrar sus profesores y decidir sobre los programas académicos de acuerdo con los parámetros establecidos para la Policía Nacional.

Palabras clave: Oferta educativa; sistema de subsidio familiar; formación de tejido social; características territoriales; responsabilidad social.

Abstract

This document is an overview of the educational offer generated by the family compensation funds and their contribution to the commitment of social tissue formation according to the territorial challenges, considering some characteristics of the institutions of family subsidy system. The process is stated from the review of the "White Paper of the family subsidy system" (ILO, 2014); the undergraduate thesis from the Faculty of Political Science of Del Rosario University "Analysis of the evolution of the figure of the family compensation funds in Colombia as managers of social security for the period between 1954 and 2009, Case Study Cafam "(Cortés, 2011); the document developed by Externado University entitled "The institutions of the family subsidy system as operators of social policy" (Carrasco and Farné, 2010); the document developed by Asocajas in conjuction with Corporación para el desarrollo de la seguridad social "Perspectives of family subsidy system" (Asocajas y Codess, 2014); and finally, considering the development of an analysis of the information provided by Asocajas, and the information taken from the different web pages of the 43 institutions of the family subsidy system that were analyzed.

Keywords: educational offer; family subsidy system; social tissue formation; territorial characteristics; social responsibility

Introducción

El desarrollo de una nación depende directamente del nivel de diferenciación empresarial (Porter, 1990), y, a su vez, de la calidad de vida de los habitantes del territorio (Sen, 1999), lo que propicia la consolidación de estructuras socioeconómicas a nivel local, regional y nacional, acordes con los desafíos globales (Esser, Hillebrand, Messner, Meyer, Satamer, 1996); las empresas son agentes dinamizadores de las relaciones que permiten el fortalecimiento de los poderes institucionales, ofrecen recursos al Estado, representados en impuestos, y contribuyen a la generación de empleo; facilitan, a su vez, el consumo, la inversión y el ahorro, y desarrollan procesos de mejoramiento de las condiciones de los diferentes stakeholders, propician escenarios de análisis corporativo con el fin de establecer estrategias de beneficio de los diferentes grupos de interés y de la comunidad en general aplicando principios de sustentabilidad enmarcados en la responsabilidad social corporativa. (Werther, Chandler, 2006).

En este sentido, las cajas de compensación familiar, que nacen de iniciativas de corte empresarial, han asumido la responsabilidad de gestionar la formulación y ejecución de programas sociales, como organizaciones naturalmente llamadas a canalizar los intereses empresariales relacionados con la responsabilidad social, complementando y apoyando la función del Estado, que ve en ellas un excelente aliado para ampliar sus acciones en las áreas de salud, recreación, vivienda, y educación, entre otros sectores. Enfocan sus acciones, en un primer momento, hacia la población afiliada, para dar el salto a la atención de la población en general que requiere de servicios y proyectos que contribuyan a la generación de un mayor bienestar social. (Asocajas y Codess, 2014). De esta forma, en el presente documento se aborda un análisis general de la oferta educativa de las cajas, con énfasis en las características presentadas por las instituciones educativas adscritas a las 43 cajas analizadas, con miras a la generación de una reflexión con respecto a su papel en la formación en los territorios donde tienen presencia (Vergel, M., Martínez, J., & Zafra, S. 2014).

La metodología del análisis se basa en un ejercicio desarrollado por la caja de compensación familiar Comfenalco Cartagena (2008), en el que se identifican y describen las características más importantes del servicio de educación del sistema de subsidio familiar en el país en comparación con las características de la caja de compensación familiar Comfenalco-Cartagena, desarrollando una estructura de recolección de información que implica la revisión de las páginas web de las instituciones del sistema, el análisis de la información estadística de Asocajas, y el análisis de información de los procesos de las diferentes cajas de compensación en cuanto a su oferta educativa. 

Desarrollo

El origen del subsidio familiar se remonta al Ministerio de Marina de Francia, del 26 de diciembre de 1860, el cual otorgó a los marinos con más de cinco años de servicio una ayuda por hijo, desarrollándose de manera histórica una serie de iniciativas similares en las que intervinieron organizaciones empresariales francesas. (Vásquez, 2001).

Este modelo fue aplicado por otros países europeos como Dinamarca en 1918 y Bélgica en 1921. En el caso latinoamericano, se generan modelos de asignaciones familiares (AAFF), a partir de los años treinta, con Chile como país pionero, y diferentes países como Trinidad y Tobago, Brasil, Jamaica y Uruguay, seguidos, en la década de los cincuenta, por Argentina, Bolivia, Colombia y Nicaragua. (OIT y Min-Trabajo, 2014).

El Sistema plantea el desarrollo de una plataforma que conjuga diferentes servicios de carácter social, fue concebido en los años 50 como un apoyo a la clase trabajadora vinculada a las industrias que, en dicho momento, presentaba profundas desigualdades; este escenario ofrecía el terreno propicio para propuestas de mejoramiento social, siendo fundamental en cuanto a la protección laboral y a la aplicación de política social. (Carrasco y Farné, 2010).

En Colombia, la evolución del sistema parte de la creación de la primera caja, el 24 de mayo de 1954, en el departamento de Antioquia (Comfama) con la participación de 45 compañías, buscando el objetivo de compensar a los trabajadores con un subsidio monetario por hijo, con un aporte de las empresas del 4 % de la nómina; seguidamente, se presentó la propuesta de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) de la creación de Cajas de Compensación Familiar a nivel nacional, enmarcando su creación como entes administradores del subsidio de los trabajadores y proponiendo afiliaciones de las empresas de manera voluntaria. En 1957 llegó a ser obligatorio el subsidio familiar bajo el amparo del Decreto 118, que fue incorporado al Código Sustantivo de Trabajo; esta evolución continuó con la incorporación de las cajas como prestadoras de servicios sociales mediante el Decreto 3151 de 1961, encaminado a prestar portafolios diversos, crear supermercados, instituciones prestadoras de servicios de salud, centros de recreación y cultura, e instituciones de educación en diferentes modalidades. (Cortés, 2011).

Desde su creación, se previó la integración de las cajas de compensación familiar como organizaciones administradoras del subsidio familiar; inicialmente la participación de dichas cajas se restringió a la repartición del subsidio, estableciéndose con la Ley 69 de 1966, la obligación de pagar el subsidio de parte de los empleadores por intermedio de las cajas de la ciudad o localidad donde se causasen los salarios o en la más próxima, de acuerdo a los límites departamentales; se generó la circunscripción departamental para las entidades del subsidio familiar ampliando el número de cajas a nivel nacional, para luego consolidarse en un número de 43, en el marco de una red, que además de ser la operadora del subsidio, se transforma en prestadora de servicios de salud, recreación, vivienda, desarrollo comunitario, y educación, entre otros. (OIT y Min-Trabajo, 2014).

Esta red presenta una concentración en la Región Andina de un 46,5 %, como proceso derivado de la distribución geográfica de las empresas y de la población, con la ubicación de 20 cajas, seguida por la Región Atlántica con 11 cajas, que representan el 25,5 %. (Figura 1).

Oferta educativa de las cajas y su contribución al desarrollo social

Con el fin de generar una aproximación a la importancia de la oferta educativa de las cajas de compensación familiar, se hace necesario visualizar el contexto de evolución del sistema educativo colombiano; considerando lo anterior, desde la óptica de Iregui, Melo y Ramos (2006) quienes, citando a Currie (1951), afirman que las políticas educativas del Estado colombiano al iniciar la década del cincuenta se orientaron prioritariamente hacia los niños y los jóvenes, con demanda parcialmente atendida, presentando altos niveles de analfabetismo con una tasa de 44 % de la población mayor de siete años, en conjunto con una cobertura de primaria de solo el 46,3 % de niños entre siete y once años, según un informe del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento.

A principios de los años sesenta, se presenta un aumento del gasto del Estado en educación con énfasis en educación secundaria (Helg, 1989); en el desarrollo de la década del setenta continúan los inconvenientes del sector en términos de cobertura, infraestructura apropiada, formación de maestros y deserción estudiantil; se inició el proceso de definición de políticas de mejoramiento, logrando un avance significativo en materia normativa en 1979 con el Estatuto Docente dirigido a regular el ingreso, ascenso y retiro de los educadores oficiales (Decreto 2277 de 1979).

En los ochenta, se plantea mejorar las condiciones de equidad, estableciéndose mecanismos de oportunidades educativas para personas tradicionalmente excluidas del servicio, mediante el programa Camina; se generaron iniciativas de apoyo a jóvenes en edad extraescolar y a adultos sin oportunidades educativas que, hasta esos momentos, habían sido objeto, por una parte, de programas especiales de corta vigencia, al cabo de los cuales no presentaban una oferta de continuidad educativa, o, por otra parte, de programas en los que les presentaban contenidos y metodologías propias del sistema educativo formal de niños y jóvenes, generando, tanto un sentido de falta de aprendizaje significativo, como un desconocimiento a su condición de joven y adulto trabajador que demanda un modelo de atención diferente. (Galeano, 2014).

En este contexto, las cajas crearon, desde los años ochenta, programas de educación para adultos, contextualizados a las realidades del trabajador o de los jóvenes que requerían un modelo distinto para culminar su escolaridad. De esta forma, y dado el aumento de la cobertura en educación básica y media que ha llegado a una tasa neta del 90,5 % de acuerdo a información reportada por la Secretaría de Educación en el 2011 (MEN, 2011), las cajas han complementado su oferta en educación preescolar, básica y media con programas y proyectos en otros niveles educativos tales como la atención a la primera infancia, a la educación para el trabajo, a la capacitación con finalidades de inserción productiva en el marco del Fondo de Solidaridad de Fomento al Empleo y Protección al Cesante. (Asocajas y Codess, 2014). En lo correspondiente a las 43 cajas analizadas, presentan una oferta en diferentes niveles educativos que van desde educación preescolar hasta educación superior en el marco de la educación formal, destacándose una participación de población no afiliada de un 40 % con 43.796 usuarios (Tabla 1).

El proceso de análisis retoma la reflexión desarrollada por Asocajas (2014) en referencia a la condición de integralidad que generan las cajas en sus beneficiados con los servicios educativos en correspondencia con la Ley General de Educación (1994), resaltando la capacidad de las cajas de aportar a la calidad de vida de los individuos de manera multidimensional, considerándose la participación de las cajas en el desarrollo de programas especiales como Comfaboy, que llevó capacitación en informática a 30 municipios del departamento de Boyacá con su unidad de informática móvil; Comfandi, con su propuesta de red de bibliotecas públicas en conexión con entidades educativas; Comfamiliar Atlántico, con su programa de identificación con el territorio nacional, Amor por Colombia, y además, con el programa de Bibliobanco; Colsubsidio, con su campaña educativa de ludotecas que fomenta la capacidad de aprender jugando en niños de 3 a 12 años y atiende, además, a unos 3.900 niños en sus jardines sociales en Bogotá y Cundinamarca; Cafam, con su infraestructura educativa y los convenios con el ICBF y las alcaldías municipales que atiende a más de 5-000 niños anualmente; Compensar, que atiende aproximadamente a 2.400 niños en sus jardines sociales; y, en la misma línea, Comfama, atiende a unos 7.000 niños. (Asocajas y Codess, 2014).

En formación en educación superior, las cajas de compensación familiar han participado de la creación de instituciones educativas que ofrecen programas de educación técnica, tecnológica y profesional, siendo estas la Fundación Universitaria Tecnológico Comfenalco-Cartagena, con más de treinta años de existencia; la Fundación de Estudios Superiores (FESC), con veinte años de existencia; la Corporación Universitaria Comfacauca, con ocho años de existencia; la Fundación Universitaria Cafam; la Fundación Universitaria Comfenalco Santander; la Corporación de Educación Tecnológica Colsubsidio (EADS), con cinco años de existencia; y la Fundación Universitaria Unipanamericana, incorporada a las operaciones de la Caja de Compensación Compensar en el 2007.

Lo anterior evidencia una serie de iniciativas de relevancia para el desarrollo de los territorios en donde tienen presencia las cajas de compensación relacionadas con las diferentes instituciones mencionadas; sin embargo, al analizar las propuestas de oferta educativa generadas en la Región Pacífica, la Región Orinoquia y la Región Amazonia, se presenta una serie de desafíos, en la medida en que son regiones periféricas con menor atractivo empresarial, y, por ende, con dinámicas diferentes en cuanto al desarrollo de las cajas; en este mismo sentido, se evidencia la necesidad de generar procesos de mejora de la oferta educativa en los diferentes territorios en concordancia con las necesidades de dichos territorios y con las propuestas de los planes de desarrollo a nivel municipal.

Los esfuerzos de las diferentes cajas apuntan al mejoramiento de la calidad de vida, no solo de los afiliados, sino también de aquellas personas que se encuentran en su rango de influencia; resaltan los esfuerzos por lograr mejores condiciones en términos de bienestar, considerando especialmente las cajas que funcionan en los territorios más apartados del país. De esta forma, por ejemplo, Comfachocó, genera atención a la niñez y capacitación en educación para el trabajo y el desarrollo humano; Comfacasanare, desarrolla formación técnica, tecnológica y para el trabajo; Comfaca, maneja formación técnica y tecnológica; y Cafamaz, desarrolla formación preescolar, básica primaria, educación media y técnica; siendo el aporte de las cajas, en muchas ocasiones, la única oportunidad de acceso a educación de calidad.

Conclusiones

Las cajas de compensación familiar han desarrollado un proceso evolutivo de participación en la prestación de servicios sociales, en los que la educación es un pilar fundamental para dar cumplimiento a sus perspectivas misionales, al generar una movilidad que parte del ofrecimiento de programas de educación preescolar, básica primaria, y básica secundaria, en combinación con programas de educación para el trabajo, hacia el desarrollo de propuestas de programas técnicos, tecnológicos, y profesionales, incursionando en la atención a la primera infancia y en otros programas educativos que incluyen el manejo de bibliotecas itinerantes y programas culturales en pro del mejoramiento de la calidad de vida de los colombianos. Este proceso presenta nuevos retos para las cajas, esto, en la medida en que el desarrollo manejado hasta el presente ha sido producto de iniciativas territoriales que se encuentran en movimiento hacia la estructuración de un verdadero sistema que ejerza un diálogo constructivo, en un accionar tendiente al análisis de las propuestas de valor de las diferentes instituciones que forman parte de la oferta educativa de las cajas de compensación, identificando capacidades y oportunidades de mejora.

Lo anterior requiere de una mayor participación social en términos de apoyo a los procesos educativos con énfasis en la Región Pacífica, la Región Orinoquia y la Región Amazonia, con la necesidad adicional de la revisión de los procesos de apoyo educativo en una serie de departamentos como La Guajira, el Magdalena, Sucre y San Andrés.

En este sentido, la oferta educativa de las cajas presenta unas características asociadas al cumplimiento de la Ley General de Educación, y de parámetros correspondientes a la responsabilidad social que da vida al sistema de subsidio familiar, requiriéndose de la creación y puesta en marcha de mecanismos internos de monitoreo permanente, que le permitan a las cajas la generación de análisis de la pertinencia de la oferta a nivel local y regional, participando de procesos de diseño y ejecución de política pública. Existe, a su vez, la necesidad de manejar mejores procesos de fomento a aspectos de relevancia particular en correspondencia con el tejido productivo y con las necesidades de la población en los territorios en donde tienen presencia.

Nota: El presente documento fue publicado como tema central en la Revista Internacional Magisterio, en su edición Nº. 75, y se presenta en la revista Logos Ciencia & Tecnología bajo la autorización del grupo editorial de dicha revista.

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Fecha recibido: Noviembre de 2014

Fecha de aceptación: Abril de 2015

DOI: http://dx.doi.org/10.22335/rlct.v7i1.208

* El artículo surge de la revisión del "Libro blanco del sistema de subsidio familiar"; de la investigación "Análisis de la evolución de la figura de las cajas de compensación familiar en Colombia como entes gestoras de la seguridad social para el período comprendido entre 1954 y 2009, estudio de caso Cafam" El documento desarrollado por la Universidad Externado de Colombia, titulado "Las cajas del subsidio familiar como operadores de política social" el documento generado por Asocajas en conjunto con la Corporación para eldesarrollo de la seguridad social "Perspectivas del sistema de subsidio familiar" y, finalmente, de las consideraciones emanadas de un análisis de la información dispuesta por Asocajas y de la información tomada de las diferentes páginas web de las 43 cajas de compensación analizadas

**Magíster en Psicología Universidad del Norte. Fundación Universitaria Unicafam. Colombia. maritza.cristancho@unicafam.edu.co. Orcid: 0000-0002-6108-7862

***Magister en Desarrollo Empresarial. Universidad del Magdalena. Filiación: Fundación Universitaria Unicafam. Colombia. abel.delrio@unicafam.edu.co.  Orcid: 0000-0002-9847-0769

****Administrador de Empresas, Fundación Universitaria Cafam (Bogotá, Colombia). angie.ardila@unicafam.net.co.   Orcid: 0000-0002-7286-679X