Globalización, tecnociencias  y culturas relacionales*

Globalization and cultures relational technosciences

Globalização e culturas tecnociências Relacionais

Roberto Medina Bejarano** - Norha Esperanza Pineda Torres***


*  Artículo producto del Grupo "Pericosmos Científicus" de pedagogía y educación. Registro COLCIENCIAS GrupLAC, Código N° COL0058513. Categoría D. Bogotá. 2008-2012.

**  Docente e Investigador de Planta de la Escuela de Formación en Derechos Humanos "Antonio Nariño y Álvarez" y de la Maestría en Educación de la Universidad Pedagógica Nacional. Coordinador e investigador del grupo Pericosmos científicos. Magíster en literatura de la Pontificia Universidad Javeriana (2002), Magíster en Sociedad de la Información y del Conocimiento de la Universidad Oberta de Cataluña (2007) y candidato a Doctor en Sociedad de la Información y del Conocimiento de la Universidad Oberta de Cataluña; Doctorando en Estudios sociales de la Universidad Externado de Colombia

***  Docente e Investigador de la Facultad de Ciencias y Educación de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Investigadora del grupo Pericosmos científicos y Antonio Nariño y Álvarez. Magíster en Lingüística Aplicada en la enseñanza del Inglés de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (2000), Migistranda en Lingüística del Seminario Andrés Bello de Instituto Caro y Cuervo. Licenciada en Lenguas modernas de Universidad Distrital Francisco José de Caldas (1997).

Copyright: Esta revista provee acceso libre inmediato a su contenido bajo el principio de que hacer disponible gratuitamente investigación al publico apoya a un mayor intercambio de conocimiento global. Esto significa que se permite la copia y distribución de sus contenidos científicos por cualquier medio siempre que mantenga el reconocimiento de sus autores, no haga uso comercial de las obras y no se realicen modificaciones de ellas.


RESUMEN

Este artículo presenta algunos de los resultados de la investigación titulada "Globalización, Tecnociencias y Culturas Relacionales", a partir del estudio y análisis crítico de escenarios que permiten reconstruir cómo la tecnociencia impacta las sociedades contemporáneas, en el marco de la globalización, y cómo emergen nuevas formas culturales en correspondencia con los cambios tecnológicos que asumen las sociedades. Para los fines de este estudio se empleó una metodología de naturaleza cualitativa con un diseño de tipo descriptivo básico, inspirada en los planteamientos teórico-metodológicos elaboradas por autores como Ruiz (2001), Silva (2004), Abric (1994), Banchs (2000), Taylor y Bodgan (1992). Los planteamientos de estos autores posibilitan y reconocen cómo la tecnociencia ha modificado, no solo la estructuración de la actividad científica y tecnológica, sino las prácticas sociales e individuales creando nuevos imaginarios, sentidos, valores y configuraciones en la sociedad del siglo XXI.

Palabras clave: tecnociencia, culturas emergentes, representaciones sociales, contexto, alfabetización científico-tecnológica, valores.

ABSTRACT

This article presents some of the main results of the research titled "Globalization, Techno-sciences and Relational Cultures". This is based on the study and the critical analysis of different contexts and environments where there was the opportunity to observe how the techno-science has impacted our contem porary societies, in the frame of the globalization. In addition, how new cultural ways and relations have emerged according to the technological changes in the social contexts. To achieve this purpose, this study was developed guided by the qualitative research principles, with a descriptive design and inspired by the following authors: Ruiz (2001), Silva (2004), Abric (1994), Banchs (2000), Taylor y Bodgan (1992). These theorists have reviewed and realized that the techno-science has transformed not only the structure of the scientific and technological activities, but also the social and individual practices defining and creating new imaginaries, senses, values and social configurations in the society of this XXI century.

Key words: techno-science, emergent cultures, social representations, context, scientific and technological literacy, values.

RESUMo

Resumo Este artigo apresenta alguns dos resultados da pesquisa intitulada "Globalização e Culturas Relacional tecnociências". a partir do estudo e análise crítica dos cenários que podem reconstruir como tecnociência afeta as sociedades contemporâneas, no contexto da globalização, e como novas formas culturais surgem em mudanças correspondebcia tecnológicos que levam as sociedades. Para efeitos do presente estudo utilizou uma metodologia qualitativa com um projeto básico descritivo inspirado abordagens teóricas e metodológicas desenvolvidas por autores como Ruiz (2001), Silva (2004), Abric (1994), Banchs (2000 ), Taylor e Bogdan (1992). As abordagens desses autores permitem tecnociência reconhecido como alterado, não só a estrutura das práticas científicas e tecnológicas, mas social e individual criando imaginarios novas, significados, valores e configurações no século XXI.

Palavras-chave: techno ciência, representações sociais, contexto, alfabetização científica e tecnológica, valores.

 

Introducción

No tomemos la técnica como la dirección del de sarrollo humano... No pensemos el desarrollo con la noción de que la técnica decide el resto de las relaciones humanas. Tenemos que reinventar el desarrollo. El desarrollo humano es global; el de sarrollo técnico particular puede ser subdesarrollo humano...
Estanislao Zuleta

Las nuevas configuraciones sociales están saturadas de múltiples maneras de vivir y convivir en la sociedad contemporánea, en donde la influencia y el acelerado uso de equipos y dispositivos tecnológicos suscitan diversidad de modos de integración y disgregación entre los actores sociales que participan en la vida cotidiana. Esta dinámica encierra una variedad de prácticas, representaciones y valores sociales que estructuran las culturas emergentes (Medina, 2011). En ellas, no solo basta la comprensión de la diversidad cultural y de los contextos heterogéneos, sino que demanda reconocer y comprender las lógicas particulares con que actúan las diferentes propuestas emergentes que surgen como respuesta frente a la tendencia de homogeneización y al dominio que impone el desarrollo de la globalización (García Canclini, N. 1990).
El surgimiento de nuevas culturas relacionales en el marco de la globalización, comprendida como un proceso de internacionalización de las relaciones capitalistas, puede entenderse como un fenómeno de naturaleza política, social y económica y como expresión de libertad y de defensa de la autonomía de algunos actores sociales, frente a la irrupción vertiginosa del desarrollo científico-técnico y su debido impacto en las transformaciones sociales que provoca la productividad y la innovación tecnológica. Por tanto, la forma contemporánea de organización y producción de conocimiento, y con  el uso creciente y progresivo de las innovaciones en las Tecnologías de la información y comunicación (TIC) generan un impacto importante en las dinámicas sociales del presente y generan nuevas formas de representación social que es prioritario identificar (Moscovici, S. 1981).
Frente a tales impactos, Lavolpe (2007) destaca que "La revolución tecnológica ocurrida en las últimas décadas, en especial en el campo de la información y las comunicaciones, profundizó las relaciones políticas, económicas, sociales y culturales del mundo, mediante su generalizada aplicación a la producción, las finanzas y el conocimiento. La dinámica de la globalización se expresa en el incremento, en intensidad y frecuencia, de las relaciones entre estados, empresas, grupos culturales, individuos, organizaciones no gubernamentales, instituciones educativas, etc.
Estas "relaciones interdependientes" se establecen a través de vínculos comerciales, culturales, políticos y educativos. A su vez, los canales muestran nuevas formas y modalidades de relación, donde el desarrollo tecnológico juega un papel relevante en el crecimiento y la velocidad del proceso. Es decir, se pone en juego la profundización de la interdependencia en el escenario mundial como producto de una nueva revolución tecnológica. La interdependencia compleja comprende un conjunto de relaciones multidimensionales, caracterizado por la simultaneidad de áreas y sectores involucrados. Una relación entre estados, áreas y sectores cuya principal característica es que la agenda de temas a tratar carece de jerarquías definidas" (Lavolpe, F. 2007; 50).
Es en este marco la investigación tuvo como objetivo principal conocer las representaciones sociales (Vergara, M. 2008) que la revolución tecnológica contemporánea, fundamentalmente la revolución surgida de la microelectrónica y las telecomunicaciones –tecnociencia[1]–, genera en los sujetos y la sociedad formas distintas de abstracción y representación del mundo, nuevos modos de actuación social en donde emanan nuevos sueños e imaginarios (Silva, A. 2007) que nos instauran en la cultura a la que pertenecemos –la cultura contemporánea–. Todo ello basado en el modelo computacional, que gesta los desarrollos científicos, y hace posible, con mayor eficacia, la aplicación del conocimiento así como la promoción y difusión del mismo provocando que la ciencia y la tecnología se convierta en la principal fuente productiva[2].

Métodología

El estudio investigativo se definió como exploratorio descriptivo, por cuanto intentó explorar y describir cómo la revolución tecnológica "tecnociencia", genera en los sujetos y la sociedad formas distintas de abstracción y representación del mundo (Ruiz, J. I. 2001), modos de actuación social en donde emanan nuevos sueños e imaginarios (Silva, A. 2004). Por tanto, de un lado, la dimensión de estudio exploratorio se centró en la búsqueda de datos e información relevante para aclarar y precisar el fenómeno abordado (Abric, J.–C. 1994), y de otro lado, la dimensión de estudio descriptivo trabajó sobre realidades existentes en el momento de realizar la investigación, proporcionando una interpretación adecuada. (Banchs, M. A. 2000). Por ello, se desarrolló un proceso analítico-interpretativo soportado en la etnografía, el estudio de casos y la investigación acción, con el propósito de ahondar en las técnicas de observación y descripción, clasificación y explicación que brinda, fundamentalmente, la investigación cualitativa (Taylor, S. Bodgan, R. 1992).

Resultados

El estudio sobre las representaciones sociales dejó al descubierto algunos cambios culturales vinculados con los procesos contemporáneos de la globalización donde se visibiliza que la acción tecnocientífica genera un marco de creencias, intereses y valores, en el entramado social y cultural (Baeza, M. A. 2000). Sobre la base de estas afirmaciones, a continuación se presentan, a manera de cuatro escenarios evidenciados, algunos planteamientos que permiten evidenciar la manera como la tecnociencia transforma y genera impactos decisivos, en la lógica hegemónica, en las dinámicas sociales, especialmente en el desarrollo de las TIC. Aspectos que hacen posible emprender nuevos desarrollos investigativos para su comprensión –sin embargo este aspecto no interesa al presente escrito– dado que se pretende presentar como se autojustifican y enmascaran algunos de los impactos producidos desde la tecnociencia y la forma como generan ciertas representaciones sociales, no sobra advertir que los escenarios que se explicitan muestran, a modo de ilustración, el universo encontrado (Berger, P. & Luckmann, T. 1991).

Escenario uno:  La innovación y el uso de las Tic: ¿creación o destrucción de empleo[3]?: Una visión optimista en medio de un colapso mundial, la crisis del empleo

Respecto a los planteamientos de Martín Carnoy (2000) y Manuel Castells (2000), y su impacto en la sociedad, se cuestionó su amplia visión demasiado optimista con respecto al mundo laboral, pues estos dos autores consideran que el impacto de las TIC[4] en la esfera de la producción económica, ha sido beneficiosa para el desarrollo histórico de la estructura del trabajo y del empleo –a pesar de la crisis manifiesta desde final del siglo XX– por varias razones:
En primer lugar, el paso de la economía agraria a la industrial y finalmente a los servicios, evidencia un progreso histórico en la relación con la producción. Este nuevo contexto económico y laboral, requiere de la implementación de nuevos esquemas de productividad ya que aparecen nuevos empleos porque las necesidades de la sociedad se incrementan. Los nuevos trabajos requieren un personal más cualificado; lo que implica para el trabajador, afrontar un proceso de capacitación y cualificación para tener un óptimo desempeño laboral; es decir, requiere desarrollar habilidades, para que garanticen asumir los modos de actuación laboral, aplicar los conocimientos específicos, tener ciertas actitudes y valores, que exigen los nuevos procesos productivos.
En segundo lugar, obedece a la forma como se está mejorando el empleo en la sociedad informacional, este mejoramiento está determinando mejores oportunidades laborales que se manifiestan en aspectos específicos como la aparición de una mayor flexibilidad laboral, en donde, por ejemplo, las mujeres, algunos discapacitados, los jóvenes e incluso ancianos pueden trabajar desde su casa, mejorar sus ingresos y satisfacer un sinnúmero de necesidades. (OIT. 20114b). Igualmente, consideran que la mayoría de personas puede tener un empleo estable, y paralelamente tener empleos ocasionales, en jornadas contrarias o en espacios de tiempo que les facilita la red. Como los nuevos empleos requieren de un personal más cualificado, se piensa que son mejor remunerados, lo que garantiza, para la mayoría de las personas, elevar su nivel y calidad de vida, ampliar sus niveles de consumo para satisfacer todo tipo de necesidades; esto implica, que entre más consumo mayor fuerza laboral para la producción que se genera.
Como tercer aspecto, se considera que el impacto de las TIC crea empleo dado que son diversas las actividades que realiza un trabajador en la sociedad informacional; por ejemplo, un profesional en la actualidad, ya no solo se dedica a realizar las tareas rutinarias que hacía en la sociedad industrial frente a su puesto de trabajo; ahora se emplea adicionalmente para realizar asesorías, hacer consultorías, evalúa casos "dar conceptos", generar proyectos, dedicarse a la docencia, entre otras muchas actividades productivas que puede realizar (Medina, R. Huertas, D. 2010). Por tanto, el trabajo se ha transformado; los problemas de tipo laboral o profesional son diferentes, las lógicas con que se desarrollan algunos procesos productivos son distintas.
Un cuarto aspecto, obedece a que las TIC facilitan encontrar empleo, aun pasando las fronteras territoriales de su país sin necesidad de abandonarlo. En tal sentido, la expansión de las oportunidades laborales se amplía hacia otras espacios territoriales, culturales y otras realidades económicas, incrementando las ocupaciones laborales.
Como quinto lugar, se considera que se generan múltiples empleos indirectos cuando se aplica la tecnología en la nueva realidad económica, por ejemplo, cuando se sistematiza o robotiza una empresa, ¿quién vende los equipos?, ¿quien vende los servicios de mantenimiento?, ¿quién hace el mantenimiento?, ¿quiénes producen, comercializan y distribuyen ciertos insumos para el mantenimiento y cuidado de la infraestructura?, ¿quién oferta las pólizas de seguro?, ¿quiénes capacitarán a los operarios que controlarán los equipos? Estos, entre otros muchos aspectos, son expuestos como argumentos que intentan evidenciar que se crean otras fuentes de empleo, aunque no todas con las mismas características; de ahí, que la sociedad contemporánea mantiene esquemas de producción propios de las economías de la agricultura, la industria y los servicios.
Un sexto aspecto, que se considera de gran importancia, se encuentra relacionado con la implementación de la tecnología en el desarrollo de la industria militar; la industria de la distracción y la diversión, la industria de la salud, del deporte, la industria de las telecomunicaciones. Se cree que todas ellas generan investigación que apoya y financia a la industria misma y generan nuevas fuentes de empleo, por lo que son considerados como nuevos renglones de producción laboral.
Estas características y otras no señaladas, permiten identificar que mientras la economía de servicios aumenta, el modelo de producción industrial tiene la tendencia a mantenerse estable, lógicamente sufre un ligero descenso, debido a la transformación de las ocupaciones laborales de la población y al acomodamiento de la nueva realidad productiva, determinando una nueva geografía en el campo de la producción laboral5.
Llama mucho la atención, que los estudios de Castells, Carnoy y otros, parten del análisis de los países del primer mundo; sin embargo, se considera necesario elaborar un análisis de los países en vías de desarrollo para identificar invariables, que en materia de empleo, permitan comprender las causas de la desigualdad social que se genera a causa de la modificación de las formas de trabajo debido a las dificultades estructurales del sistema económico y laboral, en la formación de los trabajadores, en las políticas económicas que adopta cada país para asumir los retos que demanda la nueva sociedad informacional; estos aspectos permiten comprender cómo se van reemplazando o cómo desaparecen, para siempre, los puestos de trabajo perdidos por el cambio del modelo de la economía de servicios, y cómo la formación cualificada de los trabajadores se va desarrollando para ocupar los nuevos empleos.
Finalmente, se considera que las nuevas generaciones de trabajadores ya asimilan una nueva dinámica del empleo, ya no se piensa en una estabilidad laboral definitiva, se piensa en una rotación y heterogeneidad de empleos, un empleado contemporáneo no se matricula en una empresa para permanecer en el cargo hasta el tiempo de jubilación, piensa desarrollar varias fuentes de ingreso, a partir de variadas actividades económicas con tipos contratación diversa.

Escenario dos:  Las TIC como instrumento de descentralización del trabajo y de la actividad empresarial, un nuevo optimismo

Ante todo se parte de considerar que las TIC han transformado las formas y modos de gestión empresarial, las formas de trabajar y, esencialmente, la naturaleza del trabajo. Hoy en día es evidente que las empresas, cuando asumen las Tecnologías de Información y la Comunicación, se ven avocadas a adoptar formas de flexibilidad en la organización del trabajo; por ejemplo, para dar respuesta a los procesos productivos que desarrollan, fundamentalmente en el campo de los servicios, las empresas utilizan modalidades como el outsourcing y la contratación de personal independiente con el fin de eliminar costes en sus actividades y dedicarse específicamente a las labores principales de la empresa. Este tipo de modalidades ha provocado que la actividad empresarial se reestructure y, de cierto modo, se aumente la flexibilidad en la organización del trabajo, lo que trae como consecuencia, procesos de descentralización del trabajo y de la actividad empresarial. Para justificar esta afirmación, se desarrollan los siguientes cinco aspectos básicos a considerar:
En primer lugar, el teletrabajo (Vilaseca, J. 2004), en cierta forma, ha conducido al nuevo trabajador, el trabajador independiente, a realizar gran parte de su trabajo en su propio domicilio, con una disposición de 24 horas diarias y 7 días a la semana. Otra forma puede evidenciarse cuando las empresas contratan en su nómina a teletrabajadores que desarrollan su labor parte en la empresa y parte por fuera de ella.
Complementariamente, las empresas crean dependencias satélites que pertenecen a la misma empresa, pero que son independientes de la sede corporativa. En esta modalidad, las empresas se extiendan desde el sentido geográfico para tener una incidencia en el ámbito de lo local, nacional o lo internacional. Estas dependencias satélites se caracterizan por ser autosuficientes y generar formas de contratación flexible. Paralelamente, gracias a las TIC se han creado los "telecentros", conocidos como work-o-tels, que son espacios compartidos por varias empresas y que tienen como objetivo prestar servicios a las personas que viven en lugares distantes para que puedan vincularse al mundo del trabajo.
En segundo lugar, las TIC generan un concepto diferente de la empresa. Pues las llamadas empresas virtuales o empresas red, permiten reconocer cambios fundamentales en la organización y en la cultura empresarial que van desde reconocer a la empresa como un conjunto de relaciones, es decir, como una red que configura un espacio intelectual, en donde los equipos de trabajo utilizan modos de actuación laboral no convencionales como actividades paralelas en los proyectos que se desarrollan, hasta generar cambios en la concepción estructural de las empresas; pues por su misma naturaleza, adoptan estructuras planas que, en cierta medida, rompen con los esquemas del trabajo estandarizado y generan procesos de individualización y disgregación del trabajo, dando lugar a una especialización de alta productividad, en donde las jerarquías organizacionales pierden vigencia. Esta característica hace que la actividad económica de las empresas virtuales tienda hacia la descentralización del trabajo ya que incide, de alguna manera, en la flexibilidad laboral para poder adaptarse con rapidez, e iniciativa individual, con innovación y creatividad, a las necesidades que genera la sociedad.
En tercer lugar, que las TIC tienen una gran incidencia en la tendencia general de la organización del trabajo. Pues el trabajo a distancia coincide con la descentralización de los ejes productivos y con el direccionamiento de las empresas hacia la demanda. Situación que transforma la realidad empresarial para cumplir con la exigencia de responder con prontitud en la producción de bienes o en servicios; De igual modo, incide en la versatilidad de los trabajadores y su compromiso directo con los propósitos empresariales, lo que supone una dinámica constante de reorganizar la estructura laboral de las empresas red.
Como cuarto lugar, la descentralización del trabajo (OIT. 2010a) tiene que ver con aspectos relacionados con las nuevas mentalidades y concepciones de mundo que tienen los trabajadores. Por ejemplo, un trabajador el la Sociedad del Conocimiento y de la Información, hoy en día, valora mucho más su tiempo, es conciente de la riqueza del tiempo libre y del valor del tiempo que destina para su trabajo, su dedicación laboral y su forma de contratación no tiene un carácter indefinido, esto le permite romper con los valores tradicionales de dependencia o fidelidad laboral, por tanto la actividad laboral hoy depende más de la riqueza individual, en sus múltiples manifestaciones, que de los compromisos con los empleadores; este fenómeno también alimenta el resquebrajamiento y el respeto por las jerarquías al interior de la empresa contemporánea.
Como quinto y último lugar, se destaca que las razones de la economía empresarial es un factor definitivo en la descentralización del trabajo. De ahí que las empresas que deciden utilizar las TIC como medio determinante para su actividad empresarial están generando una nueva cultura empresarial junto a nuevas formas y modos de gestión que serán paradigma para cualquier empresa que aspire a sobrevivir en el mundo de la globalización. Por tanto, estos modelos de organización y de gestión, se considera, que serán la base a examinar cuando exista voluntad política, por parte de los diferentes estados, para actuar sobre la regulación laboral que se hace necesaria en la Sociedad de la Información y del Conocimiento.
Finalmente, se manifiesta que la descentralización del trabajo es una etapa evolutiva del desarrollo económico, aunque sus impactos positivos y negativos requieran de otra valoración que por ahora no interesa en el presente escrito; sin embargo, se ve distante y con preocupación que los estados han tenido poca intervención en la regulación de esta dimensión laboral, lo que permite insinuar que es deber de las sociedades asumir esta búsqueda como un lugar privilegiado en la agenda6 de las necesidades de nuevo orden globalizado.

Escenario tres:  Sobre el futuro del teletrabajo en el mundo ¿Cuál será su principal determinante? Continúa el optimismo

En el nuevo entorno económico internacional, en la llamada nueva economía, los avances tecnológicos, la globalización y flexibilización de los mercados junto a la movilidad de la mano de obra, permitirán un crecimiento del teletrabajo estimulado por la mejora de la productividad. Algunos teóricos consideran que la nueva economía tendrá mayor estabilidad porque sus principales factores productivos son la información y el conocimiento. Factores que tienen como punto determinante la generación de un ciclo económico de extenso desarrollo y de larga duración, sustentado en el renglón de los servicios[7], y con una tendencia permanente hacia un fortalecimiento constante y progresivo gracias a la facilidad que tendrá la población para acceder a la tecnología y a la comunicación.
Esta característica fundamental surgirá como consecuencia del incremento de la población que encontrará la oportunidad de incorporarse al sector productivo gracias a la flexibilidad laboral que brinda la tecnología en esta nueva dinámica empresarial y financiera. Por tal motivo, el sector de las telecomunicaciones continuará siendo el factor determinante del desarrollo económico del futuro inmediato.
En este orden de ideas, el teletrabajo se hará extensivo a través de las numerosas iniciativas determinadas por las empresas que encontrarán la necesidad de adaptarse a las nuevas condiciones laborales, así como por los intereses particulares de los teletrabajadores autónomos e independientes, y obviamente por las relaciones de interdependencia de los ya mencionados para iniciar, cualificar y generar proyectos de prestación de servicios.
De igual manera, se considera que cuando el teletrabajo alcance y refleje una curva importante en el rendimiento de las economías de las naciones, el teletrabajo encontrará un espacio de gran relevancia porque será incluido en la agenda de los gobiernos (Bazúa, F. 1997) de los diferentes países y los comprometerá a tomar iniciativas y decisiones gubernamentales para la implementación de programas laborales apoyados en la modalidad del teletrabajo[8]. En la misma dirección, la importancia del teletrabajo los conducirá a emprender fórmulas de regulación y reglamentación de este para brindar las garantías y los derechos de los teletrabajadores y asegurar el cumplimiento y la responsabilidad del Estado.
Este escenario, sin lugar a dudas, será un motor que provocará cambios y rupturas culturales, sociales y políticos que conllevan a una dinámica socioeconómica y cultural totalmente diferente[9], así como se observará una transformación del sector productivo y de sus dinámicas acostumbradas. La influencia del teletrabajo dejará de ser del dominio exclusivo de las grandes empresas multi y transnacionales y se verá reflejado en las Pymes, en los pequeños comerciantes y en los trabajadores independientes e informales. Esta característica permitirá, si no existiera la brecha digital, a la sociedad encontrar en el teletrabajo nuevas alternativas para incorporar a personas que en la economía de la era de la industrialización no tenían posibilidad de desarrollarse y desempeñarse laboralmente, tal es el caso de los discapacitados, de sectores de la población que buscan alternativas flexibles de desempeño laboral como algunos pensionados que desean continuar trabajando o de personas que se encuentran ad portas de la tercera edad, de personas con problemas de salud que les impide disponer de la jornada laboral completa, de algunas amas de casa aún existentes y de personas que se encuentran en geografías distantes de los grandes centros de desarrollo económico[10]; muchos de ellos siempre a la expectativa de encontrar soluciones alternativas de trabajo –temporales y ocasionales– para suplir sus necesidades económicas y mejora su calidad de vida.
Al parecer, estas consideraciones no permitirían, en el futuro, cristalizar un salto social emancipatorio. Todo dependerá de si existe la voluntad y la decisión política de los gobiernos de los estados nacionales, para mejorar la calidad de vida de la población me nos favorecida a través de la aplicación de las TIC, si se generan procesos de capacitación y escolarización en niveles educativos formales e informales, si se crean centros de teletrabajo para garantizar el derecho al trabajo, si se crean las condiciones cómplices para generar entornos adecuados de inserción a la vida laboral entre otras acciones que se pueden adoptar. De igual manera, el teletrabajo podrá influir decisivamente en el control del éxodo interno y externo de grupos migratorios que buscan mejores oportunidades y calidad de vida. Dichas poblaciones migratorias serán aquellos núcleos de población menos favorecida, con bajos niveles de formación y con un mínimo acceso a la tecnología informacional para trabajar a distancia[11].
Al respecto se piensa que para estos grupos migratorios crecerá el desempleo, la pobreza y la marginación si no se les brinda la posibilidad de capacitarse y de aproximarse al uso de las tecnologías de la información y la comunicación. De no ser así, continuarán trayendo como consecuencia una mano de obra abundante destinada a los renglones económicos más tradicionales, con ingresos no suficientes para vivir dignamente y con poca seguridad social.
Por ello, es una necesidad apremiante difundir en la comunidad el proceso tecnológico, para que el grueso de la población mundial –que aún se encuentra en el tránsito de inserción en la Sociedad de la Información– aprenda a teletrabajar, a conocer diversas alternativas de teletrabajo, de ahí la importancia de una fuerte voluntad política. De lo contrario, el teletrabajo podría contribuir a aumentar la brecha de una sociedad altamente desigual entre ricos y pobres donde las crisis sociales serían más profundas y donde sería cada vez más difícil superar y modificar dichas desigualdades.
Desde este punto de vista, el futuro y la importancia del teletrabajo no descansa en el mismo teletrabajo, es decir, en la acción de ejercer la actividad laboral; su sentido real estará en el uso consciente que las empresas, los empresarios, los teletrabajadores y los gobiernos le asignen, y vean en él un motor que genera no solo productividad empresarial –productos, servicios, riqueza económica y financiera– sino un motor productivo que también genera riqueza social. De ahí que su determinante será el de constituirse en un dispositivo que implica un cambio social que arrojará consecuencias de gran importancia. Ya que no solo transformará los modos y los lugares de trabajo de las grandes masas de la población o las relaciones familiares y comunitarias o la distribución de la población en áreas rurales y urbanas, sino que permitirá regular las actividades económicas sobre el medio ambiente, sobre las formas de aprender, de capacitarse y culturizarse, de generar nuevas actitudes ante la vida, creando una mentalidad diferente frente a las instituciones y las empresas, lo más importante, proporcionando una actividad económica que verdaderamente dignifique la condición humana.
Aunque parezca altamente utópica se cree que permitiría un mundo más armónico y menos desigual que el actual, pues creo que si el gran genocidio de mediados del siglo pasado dejó frustrada a la humanidad al evidenciar cómo se vulnera la condición humana, el poderío y desarrollo económico de la actualidad demuestra que seguimos viviendo un desencantamiento similar en donde el trabajo se constituye no en un factor de posibilidad y crecimiento para los seres humanos, sino que puede caer en una trampa que niegue las posibilidades de la dignificación.

Escenario cuatro: A propósito de los media en la sociedad de la información . El optimismo se cuestiona .

En el contexto del mundo de hoy y sus desafíos futuros –en la sociedad del Conocimiento y de la Información–, muchos coinciden en que se impone una nueva visión, concepción y uso de los medios masivos de información y comunicación, materializada por la búsqueda de la pertinencia y la calidad de estos; ello incluye, en primer lugar, el ajuste constante a las nuevas exigencias emanadas del cambio tecnológico, en particular, asociadas al desarrollo creciente de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y, en segundo lugar, a la naturaleza de las necesidades informativas y comunicativas de las audiencias del mundo actual.
En este escenario es evidente el proceso de concentración de la información por parte de grandes empresas de comunicaciones pertenecientes a poderosos grupos económicos, que dominan lo que se ha definido como la industria del entretenimiento. Estas empresas no solo manejan los aspectos relacionados con la producción de los diversos contenidos, sino también dominan el proceso de distribución. Dicha movilidad les posibilita constituirse en un sector productivo con una enorme capacidad de intervención social que puede convertir la información en un dispositivo político al servicio de sectores económicos dominantes.
Bajo esta perspectiva, el futuro de los media espera la aparición de nuevos canales de distribución. Pues la red posee una gran capacidad y flexibilidad para potenciar la difusión de prensa, radio y TV digital, y las necesidades de los ciudadanos del mundo po
drán generar procesos de información y difusión con variedad de contenidos disponibles a los variados públicos; por ejemplo, ya es posible apreciar que las grandes agencias de noticias continúan en el mercado de los medios; pero están entrando a competir los espacios con canales de distribución alternativas que surgen como respuesta de independencia informativa, frente a la arremetida de las transnacionales de la comunicación. En estas circunstancias, lo difícil es determinar si en los media dominará la inmediatez y el valor efímero de la información, o si por el contrario, los medios serán garantía para la profundidad de la información, el análisis y la investigación. Esta consideración permite afirmar que en un futuro cortoplacista, los canales y los productos informativos tendrán que dedicarse a especializarse en cuanto a las rutinas de producción y distribución para llegar a las diversas audiencias, que a su vez será más estratificada y globalizada, particularmente, frente a contenidos de interés universal como lo es la industria del espectáculo y del entretenimiento (cine, música, videojuegos, deportes, entre otros).
Según el IP3TV, permite vislumbrar la existencia de una novedosa generación de medios de comunicación, soportados por la banda ancha, con una amplia gama de aplicaciones y soportes tecnológicos que permiten la distribución de contenidos así como la facilidad de adaptar estos contenidos en diversos formatos multimedia; esta característica, no escapa a fenómenos externos tales como: la piratería –de productos y de la red– y la necesidad de contratación de servicios de "trabajadores móviles" que incrementan los flujos de información transmitida. Estas circunstancias, entre otras no señaladas, permiten ver la necesidad de generar una legislación que posibilite una reglamentación y control de la producción y distribución de los medios y trate de controlar la piratería para brindar una protección a las industrias de comunicaciones. Sin embargo, creo oportuno que dicha legislación no puede dejar al margen las garantías de los usuarios[12] que reclaman una comunicación transparente, veraz, imparcial, con gran profundidad analítica y crítica, así como una oferta amplia de audiovisuales y con algún tipo de control para contenidos destinados a públicos específicos.
Esta perspectiva nos acerca a comprender que no solo se da una transformación de los medios producido por el impacto tecnológico, sino que también es importante contar con la necesaria evolución y transformación de los públicos que reclaman determinados productos informativos, formatos de presentación, temáticas definidas –algunas muy pertinentes, pero otras, sin duda, dedicadas a la frivolidad y la trivialidad, verbigracia el mundo de la farándula–; así como también cabrá todo tipo de peticiones sociales. Este aspecto parece demasiado relevante porque de hecho va a generar formas distintas de participación democrática y ciudadana que se develará en las diversas manifestaciones de la vida cotidiana; por ejemplo, impactará las formas de generación de opinión pública, de publicidad política pagada, de propaganda, de mercadeo empresarial, hasta de contacto individual y personal, propias de una sociedad globalizada.
Tales aspectos, en un corto plazo, provocarán que los diversos públicos se conviertan en usuarios o consumidores de novedosos soportes informativos que, de alguna manera, individualizan la disponibilidad de la multiplicidad de canales y formatos para acceder a la información. En tal sentido, veremos un comportamiento no acostumbrado del desarrollo publicitario, ya que para satisfacer servicios como la TV interactiva, necesariamente van a requerir de nuevas estrategias de mercadeo informático.
Si nos detenemos en este aspecto, por ejemplo, observamos que la vida cotidiana se transforma y que el audiovisual es en gran medida el responsable; ya se percibe que los juegos interactivos que se producen, normalmente vienen en un solo idioma (el inglés) y que provocan cambios determinantes con las formas de interacción social, se homogeneiza no solo en la lengua sino en los comportamientos; por ejemplo, son otras las lógicas con las que se desenvuelve la vida afectiva, el dominio de las emociones, hoy se baila al ritmo de sonidos estridentes y a la velocidad de las luces multicolores de las máquinas
de baile que iluminan las salas de juego y se olvida el contacto con la pareja, con la posibilidad de susurrarle al oído, de tomarla de las manos y acariciar el contorno de su cintura.
Por tal razón, el audiovisual reclama para el futuro otro tipo de soportes interactivos que en cierta medida comienzan a expresarse, ya en las salas de cine se complementa la función con aromas que estimulan la capacidad olfativa de los espectadores, se llenan con nubes de humo o climatizan con frío o calor según la necesidades del audiovisual. La pregunta que surge entonces es ¿cómo se manejarán estos efectos vía internet? Este interrogante, posiblemente determine la diferencia entre la multiplicidad de servicios que se pretendan destinar por los audiovisuales, aquellos que estarán dirigidos al entretenimiento con una naturaleza diferente frente a aquellos que se utilizarán como apoyo laboral o los destinados al sector educativo. (Una de las virtudes sin duda del audiovisual es su penetración al entorno académico como un gran recurso didáctico que posibilita diversas formas de aprender).
En este orden de ideas, se percibe que el futuro del audiovisual resulta un tema de alta complejidad, ya que en el mundo globalizado existen diversidad de intereses frente a la producción del audiovisual, por ejemplo, en el caso de la TV debe dar cabida a una competencia en donde se garantice la pluralidad de los medios, la concepción de que la prestación de la TV es un servicio público, en el cual se revindica el derecho a la información del televidente y, a su vez, se le brinda protección como consumidor; esto sin entrar a discutir aspectos de gran calibre como los relacionados con la propiedad de derechos de autor, las normas nacionales e internacionales para la sana competencia entre otras tantas.
Ahora bien, sobre este aspecto, se centra la perspectiva en un punto que parece de gran importancia y que atañe, por ejemplo, a la realidad educativa (Gibbons, M. 1998), ya que en este campo se ha encontrado una riqueza de gran magnitud, en torno al futuro del audiovisual y de la televisión educativa como elementos que necesariamente deben ser considerados en la sociedad de la información (Martínez Rizo, F. 2008).
Así pues, se considera que la TV hace parte de la llamada tecnología educativa, la televisión se ha ido convirtiendo en una tendencia didáctica de gran impacto, en la que convergen diversas alternativas educativas y culturales, en donde se supera la concepción de entenderla como forma de entretenimiento o como un agente básico de socialización o como un instrumento que ayuda a enriquecer la visión de mundo del televidente. Pues, aunque desde un comienzo, la televisión penetró en la vida educativa ligada al conductismo y al neoconductismo, hoy su utilización se fundamenta desde diversas corrientes pedagógicas y desde tendencias educativas contemporáneas que buscan detenerse más en las formas y modos de aprendizaje en el individuo, que en las formas y maneras de enseñanza.
A esta didáctica audiovisual se le atribuyen las bondades de acceder mejor al conocimiento, de ilustrar con mayor facilidad la experimentación, de mejorar con eficacia la motivación del estudiante y, por tanto, de incrementar el rendimiento académico, ya que estimula las capacidades cognitivas, las posibilidades estéticas y los valores éticos de los estudiantes; además, nos posibilita el acceso a la información ilimitada, promoviendo un aprendizaje agradable en donde se aprovecha alternativas culturales y educativas usando códigos y lenguajes efectivos y afectivos que nos brinda la cultura audiovisual.
La utilización de este recurso reclama cada día actualizar el debate y la reflexión sobre el empleo didáctico de la televisión, pues esta, no es un simple recurso o instrumento para facilitar el aprendizaje, por el contrario, en ella se encierran contenidos no neutrales de carácter ideológico que atraviesan la información que brindan. También existe la necesidad de valorar y reflexionar sobre los cambios o transformaciones que adquieren los estudiantes cuando utilizan este recurso; aquí la discusión debe centrarse sobre la evaluación del aprendizaje que se adquiere a través de este medio. En tal sentido,
los docentes contemporáneos requieren replantear su ejercicio profesional para enfrentarse con el reto de utilizar no solo de manera eficiente, sino con el "buen uso" los medios como la televisión, los medios didácticos computarizados "software educativo", las redes informáticas e incluso medios más convencionales como la radio, para responder a los nuevos desafíos y necesidades que presentan los beneficiarios del sistema escolar.
Pues la multiplicidad de variadas formas de utilización de estos recursos puede provocar variadas formas de acciones didácticas y de ofertas educativas dirigidas a audiencias especializadas o generalizadas, en las que es deber brindar alternativas culturales o educativas que suplan la dimensión creativa, desarrolladora y transformadora de la educación. De esta manera, no puede asumirse de forma acrítica el uso de la televisión, de la lectura de los textos que por ella transitan, del diseño de los programas para el funcionamiento de este. Bajo estos presupuestos, el proceso de incorporación de la televisión como recurso didáctico debe realizarse planificadamente, incrementando en el estudiante el sentido crítico de este recurso, permitiéndole valorar, simultáneamente, sus alcances, bondades y limitaciones, generando en el estudiante el hábito de hacer uso de documentos audiovisuales, informáticos, entre muchos otros, para sus consultas académicas.
En la sociedad de la información, se esperan grandes cambios y transformaciones debido a la penetración de los medios en los diversos aspectos de la vida cotidiana, como se expresó, creo que también debe ser objeto de preocupación las relaciones que ocurren con la naturaleza del entorno actual y contemporáneo, la relación de los media con las audiencias y consumidores, para complementar las miradas que se realizan desde las formas de transformación de los medios debido al impacto de la tecnología informática y multimedial.
Finalmente, se considera que la ilustración recorrida a través de estos cuatro escenarios ha permitido reflejar la crisis de la sociedad contemporánea. Reconocer que la tecnociencia no solo ha modificado la estructuración de la actividad científica y tecnológica, en sus múltiples dimensiones sino que ha impactado muchos aspectos de la prácticas sociales e individuales que se materializan en la cotidianeidad, y en estas nuevas dinámicas surgen las diferentes perspectivas de análisis que emanan como tarea para los estudios sociales, ya que son nuevos imaginarios, nuevos sentidos, nuevos valores y nuevas configuraciones que emergen en la sociedad del siglo XXI. Por ahora, este ejercicio investigativo, se propuso mostrar algunos elementos característicos de esta discusión.

1 El concepto tecnociencia define, no solo el proceso de coarticulación entre la ciencia y tecnología contemporáneas como expresión innovadora de investigación, también hace referencia a la producción material e intelectual que asume la comunión entre ciencia y tecnología en las nuevas tareas y dinámicas investigativas que no solo explican la realidad sino que intervienen sobre ella y, a las concepciones que se determinan sobre la realidad dados los usos en contextos sociales específicos en donde se configuran dimensiones culturales, simbólicas, ideológicas, económicas, estéticas, entre otras
2 La economía basada en el conocimiento es definida como "capitalismo del conocimiento".
3 En el análisis de Jeremy Rifkin, (1994) el mundo laboral se ve ampliamente afectado con la penetración de las TIC y prevee una precarización del trabajo y una crisis en la generación del mismo.
4 Al respecto puede consultarse el análisis que realiza Anita Weiss (2007), en donde presenta una serie de investigaciones que dan cuenta del fenómeno señalado desde los años 80, destacando "la crisis del mundo fordistataylorista de regulación" (Durand,J. P. 1993), los "Nuevo Modelos Productivos" (Boyer, R. 1993), "Nuevos conceptos de producción" "Racionalización Sistémica (Sauer, D. at al. 1991; Sauer, D. 2006) el "Debate sobre el proceso de trabajo" en Inglaterra y USA (Thompson, Poaul, 1987), entre otros.
5 Sin embargo, las cifras que presentan organizaciones como OIT, la CEPAL, BM y UNESCO permiten reconocer otra realidad que no justifica el optimismo señalado en el presente apartado.
6 Esta es una de las formas de invisibilizar las consecuencias con el fin de autojustificar el modelo imperante.
7 Al respecto puede evidenciarse los trabajos de Castells, Vilaseca, Freeman y Carnoy, en los cuales se evidencia la importancia y la incidencia del sector de los servicios en la economía contemporánea.
8 Por ahora este debate no aparece en la agenda del concierto internacional como un problema de mucha importancia que hay que enfrentar; tal vez será mucho tiempo el que habrá que esperar para se convierta en preocupación mundial.
9 Como lo evidencia M. Carnoy, los cambios científicostecnológicos provocan modificaciones e influencias en los hábitos y costumbres ciudadanas, en los lazos sociales, en la estructura entramado familiar, entre otros aspectos que resultan irreversibles y determinante en la configuración social. Sustaining the New Economy. Work, Family and Community in the Information Age. Carnoy. 2002.
10 Este aspecto puede entenderse como una nueva manifestación o un nivel más elevado de lo que Wallerstein denominó "fábrica desplazada" en la que los empleadores para controlar el aumento de costos de los salarios crea el fenómeno de la "fábrica desplazada", la empresa busca escapar, mediante la mudanza de sus operaciones de producción, es decir, se desplaza la fábrica a lugares en donde los costos de producción son más bajos, y donde el empleador adquiere mayor fuerza política y parcialmente instala la fábrica.
11 En tales condiciones las aspiraciones de cambio para los menos favorecidos se ven muy lejanas; todo depende de la nueva exclusión digital, de la no existencia de la crisis del trabajo, de la importancia y protagonismo que adquieran los sindicatos, por tanto, este escenario permite ver la complejidad del discurso optimista arriba señalado.
12 Por el contrario fenómenos como los de WikiLeaks, la ley SOPA, o en el caso colombiano la Ley Lleras, ponen en otro plano el desarrollo de la información y cuestionan el sentido y la función de los medios en un mundo cada día más global.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

    ABRIC, J.C. (1994). Metodología de recolección de las representaciones sociales. En Practiques sociales et Représentations. Traducción al español por José Dacosta y Fátima Flores (2001). Prácticas Sociales y Representaciones Sociales. México, Ediciones Coyoacán.
    ARANDA, D. (2012). La neurociencia social y cultural. En Revista dels estudis de ciencias de la informació i de la comunicación; Barcelona, UOC.
    BAEZA, M. A. (2000). Los caminos invisibles de la realidad social. Ensayo de la sociología profunda sobre los imaginarios sociales. Santiago de Chile, RIL Editores.
    BANCHS, M. A. (2000). Aproximaciones procesuales y estructurales al estudio de las representaciones sociales. Paper on social representations. Textes sur les representations sociales. Vol. 9.
    BAZÚA, F. (1997). Estado, mercado e interés público: En MUNGARAY, A et VALENTI, G. (coord). Políticas Públicas y educación superior. ANUIES, México, pp. 25-88.
    BERGER, P. & LUCKMANN, T. (1991). La construcción social de la realidad. Buenos Aires, Amorrortu.
    CASTELLS, M. (2000). La era de la información: economía, sociedad y cultura, Vol. 1 La sociedad red. Nueva edición, Madrid, Alianza.
    CARNOY, M. (2000). Sustaining the New Economy. Work, Family and Community in the Information Age. Cambrigde, Massachusetts.
    FREEMAN, R. (2002). The Labour Market in the New Information Economy, NBER Working. Paper 9254. [On-line]. Disponible en URL: <http://www.nber.org/ papers/w9254>
    GARCÍA CANCLINI, N. (1990). Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad. México, Grijalbo.
    GIBBONS, M. (1998). Pertinencia de la educación superior en el siglo XXI, UNESCO, París.
    KENT, R. (comp). (1996). Los temas críticos de la educación superior en América Latina I, vol. 1. Estudios comparativos, México, FCE, FLACSO, UAA.
    LAVOLPE, F. (2007). Las nuevas ciudadanías de la globalización En HOLOGRAMÁTICA –Facultad de Ciencias Sociales– UNLZ, Año V, Número 8, V 6 (2008), pp. 47- 65.
    MARTÍNEZ RIZO, F. (2008). La distribución de la matrícula en las Instituciones de Educación Superior, consultada el día 15 de septiembre del 2008.
    MEDINA, M. (2008). La cultura de la tecnociencia. Universidad de Barcelona http://ctcs.fsf.ub.es/prometheus21/
    MEDINA, M. (2000). "Ciencia-tecnología-cultura del siglo XX al XXI", en Medina, M. Y. Kwiatkowska, T. (Eds.), Ciencia, tecnología /naturaleza, cultura en el siglo XXI. Barcelona, Anthropos.
    MEDINA, R., HUERTAS, D. (2010). El desarrollo de e-learning en Colombia., Barranquilla, Corporación Universitaria Americana –Uniediciones.
    MOSCOVICI, S. (2001). Why a theory of social representations? In: Deaux, K& Philogène, G. (2001) Representations of the social. USA, Blackwell Publishers Ltda.
    MOSCOVICI, S. (1981). La era de las Multitudes. Un tratado histórico de psicología de masas. México, Fondo de Cultura Económica.
    MOSCOVICI, S. (986). Pensamiento y vida social. Psicología social y problemas sociales. Psicología social II. Barcelona, Paidós.
    MOSCOVICI, S. & HEWSTONE, M. (1986). "De la ciencia al sentido común". 80 En Moscovici, S. Psicología Social II, pp. 679-7 0. Barcelona, Paidós.
    OIT. (2010a). Tendencias Mundiales del Empleo, Enero, Ginebra.
    OIT. (20114b). Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil. Agosto, Ginebra.
    RIFKIN, J. (1994). El fin del trabajo: el declive de la fuerza de trabajo global y el nacimiento de era posmercado. Barcelona, Paidós.
    RUIZ, J. I. (2001). "Representaciones sociales teoría y métodos de investigación". En Ruiz, J., Ponce, E. & otros. Avances en medición y evaluación en psicología y educación: cinco lecturas selectas, serie aula de psicología, 3. Bogotá, Kimpres.
    SILVA, A. (2004). Metodología de imaginarios urbanos: hacia el desarrollo de un urbanismo ciudadano. Bogotá, Convenio Andrés Bello.
    SILVA, A. (2007). Imaginarios Urbanos en América Latina: Urbanismos Ciudadanos, Barcelona, Fundación Antonio Tápies.
    TAYLOR, S., BODGAN, R. (1992). Introducción a los métodos cualitativos de investigación. La búsqueda de los significados. Barcelona- Buenos Aires.- México, Paidós.
    VERGARA, M. (2008). La naturaleza de las representaciones sociales: En, Rev.latinoam.cienc.soc.niñez juv 6 (1): 55-80.
    VILASECA, J. (2004). Trabajo en red y teletrabajo. Hacia una nueva tendencia global del trabajo.
    WALLERSTEIN, E. (1999) Abrir las ciencias sociales, 2a. ed,. Trad. Stella Mastrángelo, México, Siglo XXI.
    WEISS, A. (2007). La empresa colombiana entre la tecnocracia y la participación del taylorismo a la calidad total. Bogotá, Universidad Nacional.
    ZULETA, E. (1985). Educación y democracia: Un campo de combate. Bogotá, Omega.